Son compuestos que
tienen diferentes presentaciones (líquidos, polvos, pastillas, etc.), los
cuales son utilizados para diversos propósitos tales como: venenos para el
control de plagas domésticas o plagas de los cultivos (plaguicidas),
detergentes, combustibles y otros.
Estos compuestos son
peligrosos porque pueden dañar la salud de las personas, animales, plantas y el
medio ambiente en general; si no son empleados de una manera consiente y
prudente. Por esto es que se les llama comúnmente venenos o sustancias
tóxicas.
Tóxico:
Un agente tóxico es cualquier sustancia
capaz de producir un efecto nocivo en un organismo vivo, este amplio concepto
fue dado por primera vez por Celso, eminente médico y alquimista suizo
nacido en el año 1493 quien sostenía que: "Toda sustancia es tóxica, no
hay nada que no sea tóxico. Sólo la
dosis diferencia un tóxico de un medicamento".
Es importante que
conozcamos la clasificación de los venenos según su grado de peligrosidad. Internacionalmente
se ha establecido un Código de Colores que debe ser impreso en las etiquetas o
envases de todos los productos.
Los colores se
refieren sólo a la toxicidad aguda del veneno, o sea su capacidad de causar
daño inmediato. Sin embargo, muchas sustancias peligrosas que son de baja
toxicidad, si las personas se exponen por muchos años pueden provocar problemas
del sistema nervioso, cáncer, efectos en la reproducción, etc.
En el caso de los plaguicidas debemos advertir que
también son tóxicos ambientales, contaminan el suelo, el agua y pueden matar
peces, camarones y otras formas de vida.
La OMS en base a la DL50 ha creado una
clasificación de los plaguicidas según su toxicidad aguda separándolos en
cuatro clases:
Clase 1:
Extremadamente peligrosos.
Clase 2:
Altamente peligrosos.
Clase 3:
Moderadamente peligrosos.
Clase 4:
Ligeramente peligrosos.
El riesgo de intoxicarse depende de
varios factores, entre los que destacan:
‑ Toxicidad
de la sustancia.
‑ Exposición.
Siendo el riesgo un concepto
probabilístico, éste es susceptible de ser minimizado anulado o actuando sobre alguno o todos los
factores del cual depende dicho riesgo.
El riesgo disminuye:
1. Cuando
usamos una sustancia de baja toxicidad.
2. Se minimiza la exposición mediante la
educación, el uso de protección personal adecuado,
realizando una buena práctica de
trabajo.
3.
Cuando se reduce el tiempo de exposición, disminuyendo el tiempo de trabajo mediante turnos de corta duración y
rotación de individuos
expuesto
Podemos distinguir a lo menos tres tipos
de intoxicación según su forma de
presentación y su relación con la exposición:
Intoxicación Aguda
Es aquella secundaria a una exposición
aguda, vale decir a una exposición única o a exposiciones repetidas frente a un
tóxico, ocurridas en un lapso no superior a 24 horas; este tipo de intoxicación
se caracteriza generalmente por una gran riqueza de síntomas y signos, mucha de
las veces alarmantes y que pueden poner en peligro la vida del afectado. El comienzo de la sintomatología aparece
habitualmente durante o a poco tiempo de haber finalizado la exposición, por lo
cual no es difícil establecer una relación causa efecto entre la exposición a
la sustancia y el cuadro clínico.
Intoxicación Crónica
Es aquella que resulta de la exposición
repetida a lo largo del tiempo, generalmente a bajas dosis de una sustancia
determinada; generalmente se expresa como un cuadro clínico insidioso, con
sintomatología inespecífica como:
Cefaleas, sensación de debilidad, mareos, etc. síntomas que pueden ser
mal interpretados si no se cuenta con el antecedente de exposición y por lo
general se hace difícil establecer la relación causa‑efecto.
Intoxicación Diferida
Es aquella cuyas manifestaciones
aparecen semanas o meses después que ha finalizado la exposición que ha sido
aguda por lo general (neuropatía por órgano fosforados y sindrome intermedio).
Además de estos tres tipos de
intoxicación cabe hacer notar que existen sustancias que pueden provocar
efectos nocivos y muy importantes a largo plazo como son las sustancias
cancerígenas, mutagénicas y sustancias tóxicas para la reproducción, entre las
cuales se encuentran innumerables sustancias de uso industrial como el
arsénico, el asbesto, benceno, oxido de etileno, cloruro de vinilo, etc. por
nombrar algunas.
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